Tiempo Ordinario
Dios mío, escucha mis gritos de dolor, ¡atiende a mi oración! Desde el último rincón de la tierra clamo a ti, pues mi corazón desfallece. Ponme a salvo sobre una alta roca, Quiero vivir en tu casa para siempre, protegido debajo de tus alas.
Salmos 61: 1,2,4
¿Qué te preocupa hoy? ¿Qué hay hoy en tu corazón?
Descansa un momento, abre tu mente y corazón, confia en que Dios se preocupa y te guiará.
Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; si uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran», pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta.
Santiago 2:14-17
¡Que pases un super verano! ¡Nos hablamos!
Me hace gracia leer estas frases tontas repetidas en los anuarios de los alumnos. Los chicos las usaban cuando yo iba al colegio hace mil años, aunque ahora los alumnos incluso abrevian HAGS! y KIT! con los compañeros. Son pensamientos fáciles cuando no sabes qué escribir o no quieres dedicar tiempo a algo personal.
La Palabra de hoy imagina a un vecino que está pasando apuros y recibe una respuesta rápida e impersonal de pensamientos y deseos, que está tan fuera de lugar en esa situación.
No hay ningún intento de conocer a este prójimo como hijo maravilloso de Dios, ni ningún intento de escuchar su historia, ni de preguntarle qué podría querer o necesitar para hacer su vida más alegre.
Tampoco se reconoce la responsabilidad compartida que tenemos al permitir que el hambre y otros males sociales esté acabando con la vida de mi prójimo.
Hagamos algo diferente.
Escuchemos.
Preguntemos.
Elijamos la acción reflexiva y la oración para considerar las heridas de nuestra sociedad, nuestro papel en ellas, y trabajemos hacia un futuro más alegre para todos nuestros vecinos.
Molly Logan
Pregunta para Reflexión:
¿Cómo podría elegir estar más en contacto con las necesidades del mundo que me rodea hoy y responder con una acción reflexiva y orante?
Dios amoroso, tu gracia es grande. Tú eliges estar en contacto y ser consciente de las necesidades de mi mundo. A veces no sé qué medidas tomar, especialmente cuando ocurren cosas duras a mi alrededor, así que ayúdame hoy a pensar, orar y escuchar. Luego ayúdame a responder con fe, viviendo tu acción misericordiosa en las decisiones que tomo hoy. Amén.
Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado,
Salmos 25:4-6
Que la compasión y el fiel amor de Dios guíen hoy todas nuestras acciones, independientemente de cómo nos sintamos.