Tiempo Ordinario
Seguro que conoces la canción » Jesús me ama«. Empieza así: «Jesús me ama, esto lo sé porque la Biblia me lo dice». Pero, ¿cómo se hace tangible en nuestras vidas ese amor, la presencia solícita de Dios?
Incluso cuando camino por el valle más oscuro, no temo ningún peligro porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayadome protegen.
Me has puesto la mesa delante de mis enemigos. bañas mi cabeza en aceite ¡mi copa está tan llena que se derrama! Sí, la bondad y el amor fiel me perseguirán todos los días de mi vida y viviré en la casa del Señor mientras viva.
Salmo 23:4-6
Crecí en una casa modesta de una pequeña ciudad del sur. No teníamos comedor, así que comíamos en una pequeña mesa redonda en la cocina. Nuestra mesa era barata, y apuesto a que mis padres la consiguieron en una venta de garaje o algo así.
Aunque la mesa era barata, las experiencias que viví allí fueron enriquecedoras. Mi madre preparaba el desayuno todas las mañanas y lo ponía en aquella mesita barata. Mi padre se sentaba allí conmigo mientras yo hacía los deberes. Nos reíamos, llorábamos y hacíamos devocionales familiares en aquella mesa de cacharrería.
Ahora soy padre y sigo pensando en aquella mesa. En aquella mesa, me sentí seguro, querido, visto y cuidado. Ahora, tengo una mesa en mi casa, e intento dar a mis hijos esos mismos sentimientos. Imagínatelo. Sean cuales sean los enemigos a los que te enfrentes hoy, ya sean personas o circunstancias, Dios está poniendo una mesa para ti. Únete a Dios allí. Siéntate y recuerda que tú también eres amado, visto y cuidado.
Wade Griffith
Pregunta para reflexionar:
¿Qué significa para ti que Dios ponga una mesa para ti?
Dios, nuestro proveedor, perdóname por ignorar la generosidad de tu mesa. El pan para el camino, tu compañía y la renovación de mi espíritu están ahí para que los tome. Recuérdame que me quede allí cada día. En el nombre de Jesús, Amén.
Abre los ojos a la presencia solícita de Dios y a todas las formas en que el amor de Dios está activo en nuestras vidas. Recíbelo y permite que Dios te utilice para manifestar ese amor en la vida de los demás.