Journey to the Cross

pausa

«El viaje de mil millas comienza con un solo paso».

– Antiguo proverbio chino de Lao Tzu

escucha

Pilato tomó entonces a Jesús y mandó azotarlo. Los soldados trenzaron una corona de espinas, la pusieron en la cabeza de Jesús y lo vistieron con una capa de color rojo oscuro. Luego se acercaron a él, diciendo: ¡Viva el Rey de los judíos! Y le pegaban en la cara.

Cuando lo vieron los jefes de los sacerdotes y los guardianes del templo, comenzaron a gritar: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

Pilato les dijo:Pues llévenselo y crucifíquenlo ustedes, porque yo no encuentro ningún delito en él.

Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron. Jesús salió llevando su cruz, para ir al llamado «Lugar de la Calavera» (que en hebreo se llama Gólgota). Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, quedando Jesús en el medio.

Juan 19:1-3, 6, 16-18

piensa

Viernes Santo: ésta es la parte del viaje que desearía que no tuviéramos que experimentar. Pero no hay otro lugar al que ir cuando amas a los que no son amables, cuestionas al gobierno injusto, dices a la gente que pueden crear un mundo mejor con Dios y te niegas a jugar al juego que el emperador quiere que juegues: conduce a la cruz. Estoy atrapado aquí sabiendo que no quiero que Jesús vaya a la cruz y, sin embargo, estoy muy agradecido de que fuera para mostrarnos el camino de la paz y la no violencia.

Nuestro viaje da testimonio de que cargó con la cruz y fue colgado allí, crucificado entre otros dos. Su viaje tenía que llegar hasta aquí y el nuestro también. Nos muestra que el imperio hará cualquier cosa para acallar a sus críticos, y nos muestra que el amor y la gracia le costaron todo al hijo de Dios. Sobre todo, nos muestra que estaba dispuesto a someterse por el profundo amor que siente por todo el mundo, entonces y ahora.

Emily A. Peck

Pregunta para reflexionar:

¿De qué manera puedes dar testimonio de que Jesús nos muestra hoy el camino del amor, la gracia y la no violencia?

Ora

Dios, que nunca tomas el camino fácil, me duele saber que tengo que volver a ver cómo se desarrolla esta parte de la historia. Te ruego que perdones las formas en que te niego o incluso te traiciono activamente. Te ruego que me mantengas cerca de la cruz para que Jesús sepa que no está allí solo. Te ruego que nunca dé por sentado tu amor o tu gracia, sino que me comprometa de nuevo a vivir de un modo que demuestre que sé lo fuertes que son. Amén.

Ve

Que Dios bendiga los pasos que des hoy en tu camino de fe.