Tiempo Ordinario
Mira a tu alrededor, siente la brisa y experimenta el calor amoroso de Dios
Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: —¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.” El hombre le dijo: —Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.
Marcos 10:17-20
¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Creo que es una pregunta que en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho. Tal vez, hacemos una super mega lista de todas las cosas que hay que hacer para alcanzar dicha meta. Sin embargo, de manera sutil, el texto antes leído nos dice claramente lo único que tenemos que hacer; reconocer que Dios es bueno. ¡Grítalo! ¡Dios es bueno! Al reconocer la bondad de Dios en mi vida, entonces podemos hacer todo lo demás. Cuando reconocemos que Dios ha sido bueno conmigo, entonces puedo respetar a las personas, ser honrado, ser fiel y honrar a todos a todas. Cuando acepto la bondad de Dios, entonces tengo la capacidad de ser bondadoso y vivir en paz y fraternidad con todo aquel que me rodea.
Así es que alcanzamos la vida plena, la vida eterna. Reconociendo que todo es por la bondad de Dios.
Pregunta para reflexión: ¿Cómo puedo reflejar la bondad de Dios para así vivir una vida plena?
Amado Dios. Gracias por tu bondad. Anhelo con todo mi corazón reflejar y compartir tu gracia y misericordia para que otros también puedan alcanzar la vida plena. En tu nombre, Amén.
Levántate y camina. No estás solo, ni sola. Dios es. Dios está