escucha

Jesús lo miró con cariño, y le contestó: —Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico.

Marcos 10:21-22

piensa

Hace un tiempo atrás, le preguntaron a un actor que interpretó el personaje de Jesús en una serie, ¿Qué le preguntaría a Jesús si lo tuviera de frente tomándose una taza de café? Este actor se tomó una pausa y contestó, “¿lo estoy haciendo bien?”. Pensaríamos que se refería a su interpretación actoral; esa podría ser una opción. Pero su contestación iba mucho más allá.

Es lo mismo que debemos preguntarnos día a día. ¿Lo estamos haciendo bien? Para contestar esta pregunta, entonces debemos analizar si nuestras acciones reflejan las enseñanzas de Jesús. Si en nuestro caminar nos estamos deteniendo a escuchar la voz del necesitado. Si en nuestro viaje, estamos extendiendo la mano para levantar, sanar y ayudar. Si en nuestra travesía, nuestra voz se está levantando en favor de los oprimidos y oprimidas. Si reconocemos que lo que somos y tenemos es por gracia y lo compartimos con los y las que necesitan. Si estamos haciendo estas cosas, entonces sigamos caminando firme porque lo estamos haciendo bien; estamos siguiendo a ese Dios de inmensa bondad.

Pregunta para reflexión: ¿Cómo puedo ser un buen colaborador(a) de la misión de Dios desde mi realidad?

Ora

Dios, quiero seguirte. Ayúdame a renunciar a todo aquello que me ata y no me permite proseguir. Ayúdame a prestar mi oído para escuchar, el clamor de mi prójimo. Usa mis manos para construir puentes de unidad. Abre mi boca para proclamar un mensaje de esperanza y de amor. Amén.

Ve

Levántate y camina. No estás solo, ni sola. Dios es. Dios está