Journey to the Cross
“Yo te busco, yo te busco.
Con fuego en mi corazón.
Yo te busco, yo te busco.
Recibe mi adoración.
Te anhelo. Te necesito.
Te amo más que a mi ser.”
Marcos Witt, “Yo te busco”, en el álbum El Encuentro, 2002.
Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca. Que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus ideas; vuélvanse al Señor, y él tendrá compasión de ustedes; vuélvanse a nuestro Dios, que es generoso para perdonar.
Isaías 55:6-7
En la vida hay oportunidades que no podemos desaprovechar, porque pasan y puede que no se repitan. Por ejemplo, un concierto de nuestro artista favorito, o la oportunidad de viajar a otro país, o el decirle a esa persona especial cuanto le amamos. El buscar a Dios es otra de esas oportunidades que no podemos desaprovechar, no porque Dios no esté disponible para ser encontrado, sino porque nada nos garantiza que nosotros estaremos disponibles todo el tiempo para buscarlo.
El pasaje de hoy nos hace una invitación urgente y oportuna para aprovechar cada oportunidad que tengamos para buscar a Dios. No permitamos que nuestro andar y pensar se vuelvan en nuestra excusa para no volvernos a Dios. Todo lo contrario, sean la razón por la que necesitamos urgentemente acercarnos a Dios. Lo maravilloso es que cuando damos este paso, Dios no nos rechaza ni nos juzga con dureza. Al contrario, promete recibirnos con compasión y perdón. No importa lo lejos que estemos, su amor y gracia hace que valga la pena buscarle hoy y siempre.
Rev. Juan L. García
Pregunta para reflexionar: ¿Qué sientes cuando escuchas que lo que Dios tiene para nosotros es compasión y perdón
cuando lo buscamos?
Señor, hoy decido aprovechar la oportunidad que tengo para buscarte con todo mi corazón. Me amparo en tu gracia. Recíbeme con tu compasión y perdón transformador. Amén.
El Señor que te ama te recuerda en Jeremías 29:13, “Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón.”