escucha

Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. Por las noches, ya acostado, te recuerdo y pienso en ti; pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta.

Salmos 63:5-8

piensa

Vivimos en un mundo que nos dice que necesitamos más para ser felices y estar satisfechos: más éxito, más amigos, más entretenimiento, más cosas materiales. Sin embargo, el salmista David nos recuerda que la verdadera satisfacción—la que él describe como el disfrutar un delicioso banquete—no se encuentra en lo que tenemos, ni en lo que podemos obtener, y muchos menos en nuestras circunstancias de vida, sino en Dios. Cuando buscamos a Dios, encontramos fortaleza, paz y gozo, incluso en los tiempos difíciles, inciertos y cambiantes como los que estamos viviendo. Aun si estamos en tiempos de abundancia o de dificultad, en Dios encontramos todo lo que realmente necesitamos para vivir y florecer en la vida. Como dice una alabanza que cantamos en mi iglesia, “Jesucristo basta.”
Si hoy sientes que algo te falta, acércate a Dios. Solo Dios puede satisfacerte completamente y darte las fuerzas que necesitas para extenderte hacia delante.

Rev. Juan L. García

Pregunta para reflexionar: ¿Qué piensas de la declaración, “Jesucristo basta”? ¿Es Jesus suficiente para ti?

Ora

Suficiente Señor y Salvador, solo tú eres la verdadera satisfacción. Ayúdame a buscarte cada día y a confiar en que tú eres todo lo que necesito. Amén.

Ve

El Señor que te ama te recuerda en Jeremías 29:13, “Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón.”