Tiempo Ordinario
Tómate un momento e imagina los espacios de tu comunidad que necesitan el poder de la justicia y el amor. ¿Qué aspecto tienen esos espacios? ¿Quién está presente en esos espacios? ¿Qué puedes hacer para crear un espacio en el que actuar?
Llevad los unos las cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo. Si alguien cree que es importante cuando no lo es, se engaña a sí mismo. Cada persona debe poner a prueba su propio trabajo y contentarse con hacer un buen trabajo y no compararse con los demás.
Gálatas 6:2-4
Durante unos años, una amiga íntima y yo tuvimos mochilas muy parecidas. De vez en cuando, cogía la suya, confundiéndola con la mía. A menudo me pillaba desprevenida el cambio de peso o ligereza de la mochila que yo suponía mía. En esos momentos era realmente evidente el peso que llevaba mi amiga.
Es probable que Pablo no imaginara una mochila, pero la imagen de cargar con algo pesado para los demás puede verse en este texto. Todos llevamos encima cosas, ya sean físicas o emocionales, que son pesadas. No siempre nos damos cuenta de lo que llevan otras personas hasta que preguntamos o prestamos atención.
La ley de Cristo a la que se refiere aquí el autor de Gálatas es amar a Dios y al prójimo como a ti mismo. Para amar bien a los demás, debemos considerar qué carga llevan y cómo podemos ayudarles a soportar parte de esa carga satisfaciendo una necesidad, escuchando bien o mostrándonos con amor y amabilidad.
Taylor Long
Pregunta para ponderar:
¿Cómo puedes ayudar a llevar la carga de un amigo?
Dios, ayúdame a prestar atención a las cargas que llevan consigo mis amigos. Ayúdame a escucharles y a actuar con amor, justicia y dulzura para aligerar sus cargas. Hoy rezo por la carga que … lleva.
Amén.
Ve sabiendo que el Espíritu Santo ha creado un espacio para que realices el trabajo sagrado de llevar la justicia y el amor a la tierra tal como es en el cielo.