Tiempo Ordinario

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Tómate un momento e imagina los espacios de tu comunidad que necesitan el poder de la justicia y el amor. ¿Qué aspecto tienen esos espacios? ¿Quién está presente en esos espacios? ¿Qué puedes hacer para crear un espacio en el que actuar?

escucha

Después de esto, el Señor comisionó a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y lugares adonde iba a ir. Les dijo, «La mies es más grande de lo que podéis imaginar, pero hay pocos obreros. Suplicad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. »

Lucas 10:1-2

piensa

¿Alguna vez te han pedido que hagas algo que te ha parecido abrumador? Tal vez te pareció que había mucho que hacer y te sentiste abrumado, solo y temeroso del trabajo que tenías por delante. A veces, pensar en nuestro trabajo en el reino de Dios también puede parecer así. Sin embargo, las palabras de Lucas pueden darnos esperanza.

Aunque la mies era mayor de lo que se podía imaginar y había pocos trabajadores, ninguno de ellos trabajaba solo. Jesús los envió de dos en dos a hacer el trabajo para el que les había llamado y les animó a que invitaran también a otros.

La presencia de otra persona compartiendo el trabajo puede aligerar la carga, unir a la gente y aportar ánimo cuando la cosecha sigue creciendo. Hay personas en nuestras comunidades y en todo el mundo haciendo el trabajo, y todos hemos sido comisionados para actuar juntos. Lo veas o no, hay mucha gente a tu lado compartiendo la obra de Dios.

Taylor Long

Pregunta para ponderar:

¿Cómo compartirás la obra de Dios con los que te rodean?

Ora

Dios, permíteme ver a aquellos con los que comparto el trabajo. Ayúdame a trabajar con los demás por tu bien. Una persona que conozco que trabaja para ti en el mundo es…

Recuérdame que no trabajo ni actúo solo. Amén.

Ve

Ve sabiendo que el Espíritu Santo ha creado un espacio para que realices el trabajo sagrado de llevar la justicia y el amor a la tierra tal como es en el cielo.