Tiempo Ordinario

pausa

Seguro que conoces la canción » Jesús me ama«. Empieza así: «Jesús me ama, esto lo sé porque la Biblia me lo dice». Pero, ¿cómo se hace tangible en nuestras vidas ese amor, la presencia solícita de Dios?

escucha

En Jope había una discípula llamada Tabita (en griego su nombre es Dorcas). Su vida rebosaba de buenas obras y actos compasivos en favor de los necesitados. Sin embargo, por aquel entonces enfermó tanto que murió. Después de lavar su cuerpo, la acostaron en una habitación del piso de arriba. Como Lida estaba cerca de Jope, cuando los discípulos se enteraron de que Pedro estaba allí, enviaron a dos personas a Pedro. Le rogaron: «¡Ven enseguida, por favor!». Pedro fue con ellos. A su llegada, le llevaron a la habitación de arriba. Todas las viudas se pusieron a su lado, llorando, mientras le mostraban las túnicas y otras prendas que Dorcas confeccionaba cuando vivía.

Hechos 9:36-39

piensa

Una noche, me iba a casa después de que terminara el torneo de baloncesto de mi hijo. Al salir del aparcamiento, vi un camión con el capó levantado, y un señor mayor estaba mirando el motor.

En ese mismo momento, fue como si sintiera un golpecito en el hombro. Sentí que Dios me empujaba a darme la vuelta y ayudar a aquel hombre. Cuando examiné la situación y hablé con el hombre, descubrí tres cosas: era un creyente, tenía la batería descargada y yo podía resolver fácilmente su problema con mis cables de arranque.

Cuando empecé a conectar los cables a su camión, me miró y me dijo: «Sabía que Dios enviaría a alguien para ayudarme. Recé para que Dios me ayudara, y Dios te envió a ti». Esta sencilla declaración de fe me recordó que nunca estoy sola. Dios siempre escucha nuestras plegarias, y a menudo Dios despliega a la comunidad de creyentes para responder a esas plegarias. Así que, sea cual sea la situación en la que nos encontremos, ¡siempre hay esperanza!

Wade Griffith

Pregunta para reflexionar:

¿Por qué es importante para ti la comunidad?

Ora

Gracias, Dios, por el don de la comunidad. Ayúdame a recibir este don y a ser este don en la vida de los demás. En el nombre de Jesús, Amén.

Ve

Abre los ojos a la presencia solícita de Dios y a todas las formas en que el amor de Dios está activo en nuestras vidas. Recíbelo y permite que Dios te utilice para manifestar ese amor en la vida de los demás.