Tiempo Ordinario
Cierra tus ojos y busca una total conexión con Dios. Piensa en Dios y examina lo que estás recibiendo en este momento.
Si el Señor no construye la casa, de nada sirve que trabajen los constructores; si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que vigilen los centinelas. De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen.
Salmos 127:1-2
En el 2015 tomé la decisión de continuar mis estudios teológicos en una escuela teológica en Newton, Massachusetts. De alguna manera sentía que Dios me estaba llamando para servir con la población Latina en los Estados Unidos. Tomar la decisión no fue fácil, ya que no me faltaba nada y no era necesario salir por alguna escasez que tuviera. Pero confiar en Dios en medio del proceso fue vital para sentirme en paz con la decisión tomada. Sabía que el propósito de estudiar y pastorear provenía de parte de Dios y su cuidado siempre estuvo presente aún en los momentos de reto. El rol del arquitecto es sumamente importante en la construcción de un edificio. El arquitecto prepara los planos y conoce cada detalle necesario para que la construcción quede terminada sin ningún error. Cuando examino mi vida, pienso en Dios como el arquitecto y yo como el constructor.
Rev. Abner Cotto-Bonilla
Pregunta para reflexionar: ¿En algún momento has perdido la dirección del arquitecto en medio de la construcción?
Dios, en esta hora te pido que continúes siendo el arquitecto de mi vida. Que en tu divina presencia yo pueda trabajar en la construcción de mi vida con tu dirección y cuidado para lograr cada propósito tuyo en mi vida. Amén.
Sigue hacia adelante y nunca dejes de compartir lo que has recibido de parte de Dios.