Journey to the Cross
Podemos conectar con Dios a través de nuestra respiración.
Inspira lentamente por la nariz y espira por la boca. Hazlo varias veces.
Dios está contigo.
Señor, escucha mi voz cuando clamo-.¡ten piedad de mí y respóndeme! Ven, dice mi corazón, busca el rostro de Dios. Señor, ¡busco tu rostro! Por favor, ¡no me lo ocultes! No apartes a tu criado con enfado-.¡me has ayudado! Dios que me salva, ¡no me descuides! ¡No me dejes sola! Aunque mi padre y mi madre me dejaran sola, el Señor me acogería.
Salmo 27:7-10
Igual que hay distintos géneros musicales (pop, rock, hip hop, country, jazz, etc.), hay distintas categorías de salmos. Algunos son de alabanza, otros de acción de gracias, otros de sabiduría, y éste es claramente de lamento. Un lamento es una expresión de pena o dolor. ¿Oyes la angustia en las palabras? «¡No me dejes solo!». El autor, probablemente el rey David, se enfrentaba a la injusticia y la traición.
Este salmo es también una expresión de confianza. Dios escucha. Dios tiene misericordia. Dios nos responde. Cuando estamos afligidos o tristes, podemos confiar en que Dios estará con nosotros, si abrimos nuestro corazón y buscamos a Dios, si pedimos la ayuda de Dios. El rey David esperó la ayuda de Dios, y a veces nosotros también tenemos que esperar. Incluso en la espera, podemos confiar en que Dios está con nosotros.
Alex Flannagan
Pregunta para ponderar:
¿Cuándo has tenido que esperar la ayuda de Dios?
Dulce y tierno Dios, protector y consolador de todos, ten piedad de mí y escúchame. Grito cuando sufro. Y canto tus alabanzas en tiempos de paz.
Hoy te alabo por…
Te doy las gracias por el don de la vida y confío en que siempre estás conmigo. Amén.
La confianza puede tardar mucho tiempo en construirse. ¿Dónde quieres depositar hoy tu confianza?