Tiempo Ordinario
Dios sueña con preparar banquetes, secar lágrimas, proporcionar una vida significativa y abundante, y hacer nuevas todas las cosas. Ése es el sueño que Dios nos invita a compartir, ¡un sueño que ya se está haciendo realidad!
La persona cuya ayuda es el Dios de Jacob-.la persona cuya esperanza descansa en el Señor, su Dios-.¡es verdaderamente feliz!Dios: el creador del cielo y de la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, Dios: que es fiel para siempre, que hace justicia a los oprimidos, ¡que da pan a la gente que se muere de hambre! El Señor: que libera a los prisioneros. El Señor: que hace ver a los ciegos. El Señor: que endereza a los que están encorvados. El Señor: que ama a los justos. El Señor: que protege a los inmigrantes, que ayuda a los huérfanos y a las viudas,pero ¡quién hace torcer el camino de los malvados!
¡El Señor gobernará para siempre! ¡Sión, tu Dios gobernará de generación en generación!
¡Alabado sea el Señor!
Salmo 146:5-10
¿Cuál es el secreto de la felicidad? Según el escritor de este salmo, la clave para ser verdaderamente feliz es poner tu esperanza en Dios. El que lo creó todo, el que proporciona alimento, libertad, curación y plenitud, el que gobierna de generación en generación, ese mismo Dios ha venido a traernos verdadera esperanza y verdadera felicidad. Dios trae esperanza y felicidad de formas grandes y pequeñas, en niveles macro y micro. El Señor que ofrece justicia a los oprimidos es también el que da pan a los hambrientos. El que da el don de la vista a los ciegos también me regala una nueva forma de ver las cosas y alimento para mi camino. Qué asombroso es que este mismo Dios que ama al recién llegado y al forastero, que consuela a los que han perdido a sus seres queridos, que está al lado de los que luchan por hacer lo que es justo, ¡también me ama, me consuela y me apoya a mí! ¡El sueño de Dios ya se está haciendo realidad!
Peter Hanson
Pregunta para ponderar:
¿Cuándo te has sentido esperanzado recientemente?
Oh Señor, eres fiel en lo grande y en lo pequeño. Concretamente, gracias por ser fiel en… Ayúdame a poner mi esperanza en ti, para que pueda encontrar la verdadera felicidad ahora y en el futuro.
Amén.
Como amado de Dios, estás invitado a compartir el sueño de Dios para el futuro, lleno de felicidad y esperanza, justicia y alegría. ¡El sueño de Dios ya se está haciendo realidad!