Tiempo Ordinario

pausa

¿Alguna vez te has sentido sin palabras suficientes para hablar con Dios? ¡Si es así, te invito a prestar atención más allá de tu propia voz! Notarás que todo a nuestro alrededor habla de la vida que Dios nos regala.

escucha

Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas, porque me ha prestado atención. ¡Toda mi vida lo invocaré! La muerte me enredó en sus lazos, la angustia del sepulcro me alcanzó y me hallé preso del miedo y del dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor y le rogué que me salvara la vida.

Salmos 116:1-4

piensa

A pesar de que Dios pudo haber creado al ser humano para que le amara predeterminadamente, prefirió que el amor fuese un acto libre. O sea, Dios prefirió un amor que nace del corazón, imperfecto y libre, a una forma de amor en la que nuestra voluntad no estuviese en juego. Cuando el salmista entona esta pequeña alabanza, lo hace encontrando razones de peso por la cual Dios es merecedor de nuestro amor. Dios escucha, presta atención, y nos libera de nuestras prisiones existenciales. En otras palabras, sin tener que hacerlo, Dios desea ganarse nuestro amor por El, dándonos razones todos los días para que así sea. Tal amor merece un compromiso a largo plazo y no meramente una gratitud esporádica. El salmista grita “¡toda mi vida lo invocaré!” (v2b), es decir, haré de mi gratitud un estilo de vida continuo y persistente. ¿Podría ser de otra manera? ¡Ante tal expresión de amor de parte de nuestro creador, un compromiso de por vida parece justo y proporcional!

Rev. Edgardo Fuentes Colón

Pregunta de discusión: ¿Refleja mi actual relación con Dios un amor y compromiso a largo plazo o se trata más bien de una cura momentánea a mi dolor?

Ora

Quizás no pueda evitar que la muerte me aceche o callar la angustia que producen mis miedos. Tal vez me sienta en ocasiones como un preso del dolor, rodeado de maldad. En lo que sí siento claridad es que mi súplica siempre es escuchada con amor y que tienes conciencia de mi quebranto. Gracias Dios por un cuidado tan enorme y a la vez tan inmerecido. ¡Toda una vida no me dará para repagarte un amor tan grande! Amén.

Ve

Que Dios comunique de maneras diversas y creativas todo aquello que produce vida en nuestro espíritu. Pido con el corazón que esa fuerza nos haga oidores atentos, hacedores proactivos y comunicadores de la vida plena que encontramos en Dios.