escucha

Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo: Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?

Marcos 8:34-36

piensa

Sin duda Jesús nos ofrece una comprensión completamente nueva de lo que significa vida. No se trata meramente de existir, de respirar, o de un corazón que bombea sangre. Para Jesús, vivir es imitar la vida que el propone. Que quede claro, no es una tarea sencilla. Para lograrlo, será necesario que optar por una ruta muy poco transitada. También, implicará un continuo sacrificio para quienes nos hacemos llamar sus seguidores. Esta vida que Jesús ofrece tiene más que ver con dar que con ganar y tal cosa supone una reorganización de nuestras prioridades. Nuestra tendencia es a velar por nuestra ganancia y a hacer todo lo posible por asegurar nuestra felicidad. Jesús no desea que abandones la felicidad, pero sí que confíes en que al final, él te la concederá de manera absoluta y permanente. Recuerda que Jesús es el camino, la verdad y la vida; o sea no una frase sino una persona. Mientras tanto, encuentro gozo en el servicio, plenitud en el seguimiento y esperanza en sus promesas.

Rev. Edgardo Fuentes Colón

Pregunta de discusión: ¿Cuál crees que es la parte mas desafiante en el seguimiento de Cristo? En base a tu respuesta, identifica la mayor ganancia al superar ese mismo desafío.

Ora

Jesús, deseo seguirte con pasión, entrega y amor. Se que es probable que pierda el camino en ocasiones o que no logre avanzar al ritmo adecuado. No permitas que salga del camino que propones. Dame animo para continuar sirviendo y para que nunca abandone tu cruz, queriendo hacer el camino más ligero. Que pueda siempre recordar tu versión de la vida es más excelsa y completa que la mía. Amén.

Ve

Que Dios comunique de maneras diversas y creativas todo aquello que produce vida en nuestro espíritu. Pido con el corazón que esa fuerza nos haga oidores atentos, hacedores proactivos y comunicadores de la vida plena que encontramos en Dios.