Tiempo Ordinario

pausa

En este momento, respira lenta y profundamente.

Respira el amor de Dios.

Exhala la paz de Cristo.

Inténtalo de nuevo.

Estás entrando en un momento de calma y de paz centrante.

escucha

Jesús dijo: “Que se siente la gente”. Allí había mucha hierba. Se sentaron unos cinco mil. Entonces Jesús tomó el pan. Cuando hubo dado gracias, lo distribuyó entre los que estaban allí sentados. Hizo lo mismo con los peces, cada uno cogió la cantidad que quiso. Cuando tuvieron bastante para comer, dijo a sus discípulos: “Recoged los trozos sobrantes, para que no se desperdicie nada.” Así que los recogieron y llenaron doce cestos con los trozos de los cinco panes de cebada que habían sobrado a los que habían comido.

Juan 6:10-13

piensa

La escena final de las sobras, doce cestas llenas, una para cada discípulo, me emociona siempre. Se me abre la boca, se me abren los ojos y me quedo sin palabras ante esa parte final de la historia. Una cesta llena de sobras es suficiente, dos es sobresaliente, pero ¿¡doce?! Una para que cada discípulo la lleve a casa. Me pregunto qué hizo cada uno con su cesta.

Me pregunto si Simón Pedro compartió su cesta con sus vecinos.

Me pregunto si Bartolomé corrió a casa para enseñárselo a sus hermanos.

Me pregunto si Judas Tadeo aligeró su carga repartiendo las sobras mientras caminaba hacia su casa.

Independientemente de lo que hicieran, apuesto a que todos compartieron lo que ocurrió aquel día. Era una historia para contar durante días. La vez en que Jesús alimentó a una multitud cuando todo lo que tenía era una fiambrera infantil de pan y sardinas. Qué historia de gracia sorprendente, abundante y asombrosa. Qué historia de amor tan divina. No importa lo que hagas con ella, que la des, porque en el dar, hay más.

Aram Feinberg

Pregunta para reflexionar: ¿Cuál es un ejemplo de compartir compasivamente que hayas presenciado y/o experimentado recientemente?

Ora

Dios, gracias por mostrarme la compasión, el tierno cuidado y la providencia de Jesús aquel día para con las multitudes, incluidos los discípulos.

Hoy necesito tu compasión y tus cuidados con…

Cuando una situación parezca demasiado difícil, ayúdame a recordar que tu amoroso cuidado tiene el poder de proporcionarme más de lo que puedo imaginar.

Amén.

Ve

Que el Dios del amor te bendiga y te guarde.

Que Jesús el Cristo te sonría y tenga piedad de ti.

Y que el Espíritu de la verdad te guíe por el camino de la sabiduría y de la paz.

Y el pueblo de Dios dice: Amén.