Tiempo Ordinario

pausa

El amor nos mueve a entender que somos creados para vivir en relación con Dios, con los demás y con toda la creación.

escucha

Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia a que él te ayude. No te irrites por el que triunfa en la vida, por el que hace planes malvados. Deja el enojo, abandona el furor; no te enojes, porque eso empeora las cosas.

Salmos 37:4-8

piensa

La sociedad a menudo nos impulsa a comparar nuestras vidas con las de otros. Usualmente nuestra conexión excesiva con las redes nos presentan cosas buenas pero también muchas historias de vidas que no son las nuestras y nos crea la ansiedad de compararnos. Sin embargo, este salmo nos ofrece un remedio: el deleite en Dios. Al deleitarnos en su presencia, nuestras comparaciones se disipan, y comenzamos a vivir en armonía con su voluntad. ¿Te has puesto a pausar y contar las bendiciones que Dios te ha dado? ¿Has pensado en tu familia, amistades, iglesia, sueños y milagros? Todo esto nos ubica en entender que Dios está presente. El deleite no solo es una emoción, sino una elección diaria de confiar, callar, esperar y refrenar el enojo. Al deleitarnos en la presencia de Dios, encontramos el espacio para desarrollar una ética del reino que trasciende nuestras frustraciones y envidias.

Samuel Estrella Molina

Pregunta para ponderar: ¿Qué aspectos de tu vida puedes entregar a Dios para encontrar gozo y paz en Él?

 

 

 

Ora

Señor, ayúdame a deleitarme en Ti, para que mi corazón se llene de paz y gratitud.

Ve

Sal al mundo con la conciencia de que eres un ser creado para amar, servir y vivir en conexión con todos.