escucha

Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.

Lucas 6:27-31

piensa

La ética del reino que Jesús enseña nos desafía a un amor radical. Cuando hablamos de amor radical, no tiene nada que ver con un amor a la fuerza. Esto tiene que ver con que mientras hay cosas que se obligan en la vida, el verdadero amor pide permiso, consiente, trae paz y no división. Este amor no busca venganza, sino perdón, y no es una actitud fácil de adoptar. Pero cuando lo hacemos, comenzamos a experimentar un cambio profundo en nuestro carácter. Aplicamos la regla de oro no por tener algo de «lujo» en la vida. La regla de oro tiene su valor en que es la manera en la Jesús nos ama a todos por igual. La humildad que se requiere para poner la otra mejilla y perdonar a aquellos que nos hacen daño es una de las formas más poderosas de vivir el amor que Dios nos ha mostrado. Este amor nos forma y nos transforma, haciéndonos reflejar su carácter.

Samuel Estrella Molina

Pregunta para ponderar: ¿Cómo puedes aplicar la regla de oro en una situación difícil de tu vida?

Ora

Dios de amor, transforma mi corazón para vivir de acuerdo a tu regla de oro, perdonando como Tú perdonas.

Ve

Sal al mundo con la conciencia de que eres un ser creado para amar, servir y vivir en conexión con todos.