Tiempo Ordinario
A veces olvido…
Que su gracia me basta,
Que es más profunda y amplia de lo que puedo concebir:
Su gracia me basta.
Jennifer Knapp, “Su gracia es suficiente”
Por eso mi corazón celebra y mi ánimo está alegre; sí, todo mi cuerpo descansará seguro porque no abandonarás mi vida en la tumba no dejarás que tu fiel seguidor vea la fosa.
Me enseñas el camino de la vida. En tu presencia la celebración es total. Las cosas bellas siempre están en tu mano derecha.
Salmo 16:9-11
El Salmo 16 siempre me hace preguntarme cuál se supone que es “el camino de la vida”. ¿Cómo nos lo enseña Dios? Y si no prestamos atención, ¿significa eso que, en cambio, seguimos el camino de la muerte? El resto del salmo nos deja entrever la respuesta. En la presencia de Dios hay celebración total. El camino de la vida significa presentarse a la fiesta. La diestra de Dios está llena de cosas bellas. El modo de vida significa fijarse en ellas y disfrutar de su belleza. Si hay un “camino de la muerte” en alguna parte, debe de ser lo contrario: soledad, desesperación y fijarse sólo en la fealdad del mundo. Por supuesto, todos nos encontramos a veces con el camino de la muerte. Por eso necesitamos que Dios nos enseñe y nos proteja. A veces, como cristianos, sentimos que estamos haciendo algo mal si no estamos alegres todo el tiempo. Pero Dios no está esperando para castigarnos por ser desagradecidos. Al contrario, Dios es nuestro maestro paciente, que nos ayuda suavemente a vivir una vida con más alegría, belleza y amor.
Catherine Healy
Pregunta para reflexionar:
¿Qué aspecto tiene hoy para ti “el camino de la vida”?
Dios, tú eres el Dios de la celebración y de las cosas bellas. Enséñame el camino de la vida, y ayúdame a notar hoy el amor y la belleza que me rodean. Amén.
Si Dios está a nuestro favor, ¿quién está en nuestra contra?
Romanos 8:31b