escucha

Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos de igual manera que al principio vino sobre nosotros. Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: “Es cierto que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.” Pues bien, si Dios les da también a ellos lo mismo que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?

Hechos 11:15-17

piensa

Lo que Dios promete, lo cumple.  Lo que Dios cumple, es bueno. En una ocasión recuerdo haber estado en mi habitación.  Había llegado de un servicio de jóvenes y yo podría tener unos quince o dieciséis años.  Al llegar, tuve una discusión enorme con mi madre, quien no asistía a la iglesia en ese momento.  Recuerdo cerrar la puerta y lanzarme en la cama a orar por mi madre, pues mi deseo era que ella conociera de cerca la gracia de Jesús.

Pasaron semanas, hasta que mi madre comenzó a llevarme a la iglesia.  Lo que comenzó como un deseo para que mi madre se reconciliara y siguiera a Jesús, terminó llegando gran parte de mi familia. En ocasiones pensamos que hay situaciones que parecen ser imposibles o difíciles de entender.  En medio de ellas tenemos un llamado a imitar el pensamiento de Pedro: “¿quién soy yo para oponerme a Dios?”

Juan Diego Rojas Miranda

Pregunta para reflexión: ¿Estás dispuesto a ver lo que Dios puede hacer, aunque no vaya de acuerdo con tu línea de pensamiento?

Ora

Espíritu Santo, gracias por tu intervención en nuestras vidas.  Te pedimos que siempre aclares nuestra mente para entender tu misión y que haya un espacio para contribuir a ella. Amén. 

Ve

“He decidido seguir a Cristo, mis ojos puestos en la cruz atrás no vuelvo”

Joshua Holiday, Adiós al Ayer, Elevation Worship, Algo Nuevo Viene, 2024.