Tiempo Ordinario
En medio del ruido y las distracciones de la vida, tómate un momento para aquietar tu corazón. Reflexiona sobre los caminos suaves y firmes por los que Dios te guía: A través de la creación, las Escrituras y los tranquilos impulsos del Espíritu. ¿Estás alineando tu camino con el de Dios?
Así pues, el primer día del séptimo mes, el sacerdote Esdras llevó la Instrucción ante la asamblea. Esta asamblea estaba formada tanto por hombres como por mujeres y por cualquiera que pudiera entender lo que oían. Frente a la zona situada delante de la Puerta del Agua, lo leyó en voz alta, desde primera hora de la mañana hasta el mediodía. Lo leía en presencia de los hombres y las mujeres y de los que podían entender, y todos escuchaban atentamente el rollo de la Instrucción.
De pie, por encima de todo el pueblo, Esdras el escriba abrió el rollo a la vista de todo el pueblo. Y al abrirlo, todo el pueblo se puso en pie. Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo respondió: «¡Amén! Amén!» mientras levantaban las manos. Luego se inclinaron y adoraron al Señor con el rostro en tierra.
Nehemías 8:2-3, 5-6
Seguir el camino de Dios empieza por escuchar su Palabra y darle el respeto y la atención que se merece. En nuestra Escritura de hoy, se invita a todos a escuchar las instrucciones de Dios. Se reúnen para prestar atención y asimilar las palabras que darán forma a sus vidas. Cuando alineamos nuestras vidas con lo que Dios dice, nos hacemos más fuertes, más sabios y más cercanos a Dios. En este nuevo año, ten la intención de leer la Biblia, rezar y reunirte con otras personas que amen a Dios. Cuando seguimos el camino de Dios, encontramos fuerza, propósito y una comunidad que nos eleva. Recuerda, no se trata sólo de escuchar la palabra de Dios; se trata de seguir el camino de Dios y abrazarlo para dar forma a tu futuro. ¡Deja que el camino de Dios ilumine tu futuro!
Ida Tyree-Hyche Hill
Pregunta para ponderar:
¿Qué significa para ti personalmente «seguir el camino de Dios»?
Dios guía, gracias por el don de tu palabra, que me guía y me acerca a ti. Mi corazón está deseoso de buscarte y honrar tus caminos. Que siempre me asombre de tu bondad y comparta tu amor con los demás. Una forma en que puedo compartir tu amor hoy es…
Amén.
Avanza con determinación,
llevando la alegría del Señor en tu corazón,
caminando con valentía por los caminos de Dios,
y compartiendo la luz con todos los que encuentres.