escucha

Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. Porque toda la ley se resume en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»

Gálatas 5:13-14

piensa

Se siente bien decir: “¡soy libre!”, cuando tomé un examen para el que me estuve preparando o al haber completado ese trabajo que me costó tanto terminar. Soy inmensamente feliz y hasta procuro premiarme. Todos/as amamos ser libres de lo que nos oprime. Me parece curioso que la mayoría de las veces que empleamos la palabra “opresión”, la asociamos con una sensación negativa o desagradable que nos victimiza. Reconozco que la procrastinación puede ser el factor principal para que me sienta oprimido. Cuando opto por posponer las tareas y no prepararme diligentemente, el estrés me hace sentir su esclavo. Esa sensación de incomodidad, pareciera ser la culpable, pero soy yo quien decidió colocarme en esa situación. Pablo afirma en Gálatas que nuestra libertad proviene de Cristo y nos invita a permanecer firmes en esa verdad. Además, resalta que, somos llamados a ser libres, evitando dar rienda suelta a nuestra manera de hacer o reaccionar. Nos exhorta a que evitemos formas de vida que, aunque parecen libertad, terminan esclavizándonos. Siempre recordemos que Jesús vino a dar libertad a los cautivos. 

Wilfredo Mercado Reyes

Pregunta para reflexionar: ¿Cómo usarás tu libertad hoy?

Ora

Dios de infinita bondad, enséñame a vivir en libertad. Ayúdame a ser diligente en permanecer firme en ti ante el pecado. ¡Eres mi redentor! Amén.

Ve

Irradia su luz y comparte la verdad.

Vive dignamente y alcanza su plenitud.

No te conformes, responde a su llamado. 

¡Dios te usará si solo dices sí!