Tiempo Ordinario
¡Pausa e imagina! “El Espíritu de Dios y la Palabra de Dios son el combustible de tu imaginación. La clave para la imaginación más fuerte y saludable es un tiempo de tranquilidad diario.” -Rick Warren
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches. Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. Por eso, dentro de mí, mi corazón está lleno de alegría. Todo mi ser vivirá confiadamente, pues no me dejarás en el sepulcro, ¡no abandonarás en la fosa a tu amigo fiel!
Salmos 16:7-10
Nunca voy a olvidar el día que un amigo me pidió silenciar la voz del sistema de navegación de mi vehículo porque le molestaba escuchar las instrucciones. En ese momento, ni siquiera sabía que el “GPS” se podía utilizar en modo silencioso. Decidí intentarlo y permaneció silenciado hasta que no me dí cuenta de la siguiente indicación. Para mí, escuchar la voz de quien me guía lo cambia todo. David escribió el Salmo 16 en un tiempo de angustia, sin embargo, su tono no fue de desesperación, ni queja, más bien resaltó los beneficios de tener una confianza plena en Dios no importando las circunstancias que se atraviesen. Deseó no solo ser guiado, sino también corregido. Describió su corazón como uno lleno de alegría al afirmar que podía vivir confiadamente de su amigo fiel. Me gusta imaginar a David asegurándose de no tener en modo silencioso la voz de Dios y evitando que cualquier elemento sirviera de distracción para poder accionar las instrucciones de Dios de manera eficaz.
Wilfredo Mercado Reyes
Pregunta para reflexionar: ¿Qué cosas hoy te pueden llevar a silenciar la voz de Dios?
¡Señor eres mi pastor y sé que nada me faltará! Hazme sensible a tu voz y condúceme por medio de tu voluntad. ¡Amén! (Inspirada en el Salmo 23)
Irradia su luz y comparte la verdad.
Vive dignamente y alcanza su plenitud.
No te conformes, responde a su llamado.
¡Dios te usará si solo dices sí!