escucha

Así podré vivir en libertad, pues he seguido tus preceptos.

Salmos 119:45

piensa

Uno de mis destinos favoritos para viajar es Nueva York. Hayas o no visitado este lugar, seguramente, conoces sus memorables monumentos, en especial, uno muy significativo, no solo para “La Gran Manzana”, sino para todo Estados Unidos. Me refiero a la Estatua de la Libertad, símbolo icónico de libertad e independencia. ¿Puedes imaginarte a Nueva York sin la Estatua de la Libertad? Para mí, sería totalmente absurdo. De igual manera, para el salmista, no hace sentido vivir sin el correcto entendimiento de las indicaciones específicas (preceptos) dadas por el Señor. Este reconoce lo necesaria que es la intervención de Dios en su vida con el propósito de ser guiado en obediencia a sus decretos. Como creyentes, debe ser prioridad permanecer en la divina voluntad de Dios y poner nuestra esperanza en su plan soberano y eterno. Diariamente, seamos intencionales en atesorar su presencia y comprender el valor que representa su amor y salvación para cada uno de nosotros como parte de su pueblo. 

Wilfredo Mercado Reyes

Pregunta para reflexionar: ¿Estás viviendo una libertad que nace de obedecer a Dios o una que se acomoda a tus propios deseos?

Ora

Dios mío, ¡manténme firme y conforme a tu promesa! Aléjame del camino de la mentira y enséñame a ser obediente. ¡Amén! (Inspirada en el Salmo 119:28-29)

Ve

Irradia su luz y comparte la verdad.

Vive dignamente y alcanza su plenitud.

No te conformes, responde a su llamado. 

¡Dios te usará si solo dices sí!