Tiempo Ordinario

pausa

Dios puede; Dios quiere; Dios lo hace.

escucha

Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía!

Salmos 34:5-8

piensa

Mientras observaba las olimpiadas 2024, me alegró escuchar las palabras de la medallista de oro de los 200 metros, Sydney McLaughlin-Levrone decir: “Le doy crédito a Dios por todo lo que hago. Me ha dado un don, me ha dado impulso.” Su emoción era palpable; iba más allá de haber ganado una medalla olímpica. Su cara irradiaba alegría y yo a la distancia, podía verlo. Me hacía recordar la felicidad que sentí cuando decidí permitirle a Dios habitar en mi corazón. Y tú, ¿Recuerdas cómo te sentiste? La lectura de hoy nos garantiza que cuando confiamos en Dios, nos llenamos de alegría, somos escuchados y protegidos. A través del texto, el salmista invita a todas las personas a probar lo bueno que es Dios y la felicidad que provee. Dios puede hacernos feliz; solo tenemos que confiar.

Pastora Lilybeth Bosch

Pregunta para reflexionar: ¿Desde que plataforma puedes dar crédito a Dios?

Ora

Dios que me llamas a compartir de tu poder con otros, ayúdame para que desde…
pueda compartir que en ti encontramos felicidad.
Amén.

Ve

Y ahora, gloria sea a Dios, que puede hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, gracias a su poder que actúa en nosotros.

Efesios 3:20