Tiempo Ordinario

pausa

Haz una oración de respiración, repitiendo en silencio las siguientes frases del Salmo 46 con cada respiración profunda. (Repítelo todo el tiempo que quieras, pero intenta hacerlo al menos 4 ó 5 veces) Inspira:Estad quietos y conoced” Espira: “que yo soy Dios”.

escucha

Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan.

Pero Jesús los llamó, y les dijo: Como ustedes saben, entre los paganos hay jefes que se creen con derecho a gobernar con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, deberá servir a los demás, y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser el esclavo de los demás. Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

Marcos 10:41-45

piensa

Jesús ha decidido convertir su conversación con Santiago y Juan en una lección para todos los discípulos. Las cosas son distintas en la familia de la fe, dice. No se trata de tener un determinado título o de marcar exactamente todas las casillas de una lista. Tengamos o no un determinado papel de liderazgo, como seguidores de Jesús, estamos llamados a ser humildes y atentos, del mismo modo que Jesús lo fue con los que estaban más cerca de él. Sí, retaba a sus discípulos cuando se desviaban del camino, cosa que hacían repetidamente. (¡Y nosotros también!) Pero Jesús también se arrodilló y les lavó los pies. Se desvió de su camino para estar cerca y cuidar de aquellos a los que otros habían apartado. Independientemente de lo joven o viejo que seas, de tu inteligencia literaria, artística o atlética (o no), la invitación de Jesús es la misma. En lugar de preocuparnos por ser los mejores o los más importantes, podemos empezar a amar y servir a la gente justo donde estamos.

Allison Wehrung

Pregunta para reflexionar:

¿A quién admiras en tu propia vida de fe?

Ora

Siervo Dios, guiaste humildemente a tus discípulos en el amor. Ayúdame a explorar las formas en que podría servir a las personas de mi propia comunidad, y a través de ese servicio compartir tu amor.

Amén.

Ve

Dios sea el amor que me busque y me guarde Dios sea la oración que mueva mi voz Dios sea la fuerza que ahora me sostenga Oh Cristo, rodéame Oh Cristo, rodéame.

Richard Bruxvoort Colligan, “Oh Cristo, rodéame”