Journey to the Cross

pausa

Repite lo siguiente tres veces. Cuando hayas terminado, reflexiona sobre una cosa de la que puedas alegrarte hoy:

Inspira: «Este es el día que ha hecho el Señor».

Exhala: «Me alegraré y gozaré en ello».

escucha

Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: ¡Paz a ustedes!

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor.

Juan 20:19-20

piensa

¡Menudo día para los discípulos! Primero María Magdalena les asombra con la noticia de una tumba vacía y la declaración sin aliento: «¡He visto al Señor!». Luego Pedro y el discípulo amado confirman que sí, que la tumba está vacía. ¿Qué estaba ocurriendo?

Vemos que hicieron lo que muchos hacen a menudo cuando la vida deja de tener sentido. Se escondieron tras puertas cerradas. Se acurrucaron junto a los suyos, temiendo lo que pudiera traer la siguiente llamada a la puerta.

Entra, pues, Jesús. No por la puerta, ni por una ventana, ni siquiera por el tejado. Simplemente apareció en medio de ellos, confirmando las asombrosas historias que María, Pedro y el discípulo amado habían contado. Jesús apareció en medio de ellos ofreciéndoles la paz. Así que, por supuesto, su respuesta no fue simplemente alegría, sino una gran alegría. No, el mundo no tenía sentido, pero ésa, quizá, era la mejor noticia de todas. La muerte ya no tenía dominio sobre este mundo. Jesús estaba aquí, vivo, trayendo palabras de paz. ¡Alabado sea el Señor!

Jennifer Christenson

Pregunta para reflexionar:

¿Qué sentirías si Jesús apareciera en medio de lo que temes?

Ora

Dios de las sorpresas, a veces lo que ocurre en mi vida no tiene ningún sentido. Hoy quiero esconderme de…

Gracias por aparecer por mí incluso cuando intento esconderme en el miedo. Gracias por ofrecerme tu paz y darme motivos para gritar de alegría. Amén.

Ve

Este ES el día que ha hecho el Señor. Escucha cómo alaba la creación de Dios. Luego añade tu voz al canto, alabando todo lo que Dios ha hecho.