escucha

Todos los ángeles se pusieron en pie formando un círculo alrededor del trono, y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Se postraron boca abajo ante el trono y adoraron a Dios, diciendo,

Apocalipsis 7:11-12

piensa

¿Tiene Dios un caso grave de amnesia? O quizá Dios tiene baja autoestima. Si no, ¿por qué querría Dios que dedicáramos tanto tiempo de nuestras vidas a alabar y recitar/recordar los atributos divinos? Dicho de otro modo, ¿necesita Dios nuestras alabanzas? Desde luego que no.

De joven, empecé a cuestionar mi fe. Aunque muchos podrían considerarlo desafortunado, para mí fue una bendición, una bendición que profundizó mi fe y mi comprensión de Dios. Una de mis preguntas se refería al culto. En pocas palabras, pregunté: «¿Por qué lo hacemos? ¿Qué sentido tiene esta actividad a menudo repetitiva?».

Ahora me doy cuenta de que Dios no tiene amnesia, sino yo. Adoro a Dios y recito aspectos de su poder, sus atributos y su amor, pero cuando llego a casa de la iglesia, ya lo he olvidado. La adoración no es para Dios; es de Dios, un don de Dios. Y este regalo nos recuerda todas las formas en que Dios actúa en nuestras vidas. Construye nuestra esperanza, nuestra paz y nuestra confianza.

Wade Griffith

Pregunta para reflexionar:

¿Por qué adoras?

Ora

Señor, ayúdame a derramar mi corazón en alabanza, me apetezca o no. Utiliza mis actos de adoración para recordarme quién (y de quién) soy. Quiero adorarte porque…

Dame alegría en mi corazón mientras glorifico tu nombre. Amén.

Ve

Abre los ojos a la presencia solícita de Dios y a todas las formas en que el amor de Dios está activo en nuestras vidas. Recíbelo y permite que Dios te utilice para manifestar ese amor en la vida de los demás.