escucha

Cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos.

Marcos 6:53-56

piensa

Ya hemos llegado al final de esta semana, pero no debemos verlo como un final, sino como un comienzo. Dios nos ayudará a cruzar decisiones difíciles, pero siendo compasivos, nos dará inspiración para completar proyectos y poder ser de bendición en nuestras comunidades. Es momento entonces de cómo nos muestra el evangelio cruzar el lago, para encontrarnos con nuevas aventuras y experiencias. Pero estas aventuras que hemos de emprender comenzando desde hoy debemos tener presente que Jesús en su amor compasivo camina con nosotros. Y como el texto, donde quieres que nos encontremos, el templo, nuestro hogar, lugar de estudio o trabajo Jesús nos invita a un encuentro cercano y real de manera que podamos experimentar su amor compasivo y la esperanza nueva en el que no tiene fin. Compartir la compasión es lo que te va a permitir ayudar a las personas, servir en tu comunidad y permanecer humilde ante todas las cosas. Hoy es un buen momento para comenzar un día nuevo, una nueva semana recordando el amor y el perdón de Cristo para nuestra vida.

Rev. Bryan Vélez García

Pregunta para ponderar: ¿Cómo podemos prepararnos para las nuevas aventuras y experiencias que nos esperan, siguiendo el ejemplo de Jesús y compartiendo compasión con los demás?

Ora

Dios amoroso, al comenzar este nuevo día y semana, te pedimos que nos acompañes en nuestras aventuras y experiencias. Así como la gente reconocía a Jesús dondequiera que iba, ayúdanos a reconocerte en cada aspecto de nuestras vidas, en el templo, en nuestro hogar, en el trabajo y en la comunidad. Amén.

Ve

Vive como instrumento de la compasión de Dios.