Tiempo Ordinario
En medio del ruido y las distracciones de la vida, tómate un momento para aquietar tu corazón. Reflexiona sobre los caminos suaves y firmes por los que Dios te guía: A través de la creación, las Escrituras y los tranquilos impulsos del Espíritu. ¿Estás alineando tu camino con el de Dios?
Leían en voz alta el rollo, la Instrucción de Dios, explicándolo e interpretándolo para que el pueblo pudiera entender lo que oía.
Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo dijeron a todo el pueblo: «Este día es sagrado para el Señor, vuestro Dios. No os lamentéis ni lloréis». Dijeron esto porque todo el pueblo lloró al oír las palabras de la Instrucción.
«Id, comed alimentos ricos y bebed algo dulce -les dijo-, y enviad porciones de esto a los que no tengan nada preparado. Este día es sagrado para nuestro Señor. No estéis tristes, porque la alegría del Señor es vuestra fuerza».
Nehemías 8:8-10
La palabra de Dios tiene un gran impacto en la formación de nuestras vidas. Nuestra Escritura de hoy nos recuerda que no debemos detenernos en la tristeza ni en los remordimientos, sino abrazar la alegría del Señor como nuestra fuerza. Esta alegría no se basa en cosas temporales, sino en una relación con Dios. Dedica un tiempo diario a leer y comprender la Biblia. Rodéate de otras personas que alienten tu camino con Cristo. Cuando lleguen los desafíos, recuerda que la alegría de Dios te sostiene. Confiar en el camino de Dios conduce a una vida significativa, llena de esperanza y bendiciones. Abraza tu identidad en Cristo. Las instrucciones de Dios conducen a la felicidad y la plenitud auténticas, a diferencia de los placeres fugaces del mundo. Al igual que el pueblo se regocijaba cuando comprendía la palabra de Dios, nosotros también podemos encontrar la alegría cuando procuramos conocer más a Dios. Los retos de la vida llegarán, pero anclar nuestras decisiones en las Escrituras nos ofrecerá claridad y dirección.
Ida Tyree-Hyche Hill
Pregunta para ponderar:
¿Cómo puede la comprensión y el seguimiento de la palabra de Dios, como se ve en Nehemías 8:8-10, aportar alegría y guía a los retos a los que te enfrentas en tu vida diaria?
Querido Dios, te pido sabiduría, comprensión y guía para seguir tu voluntad y tu camino. Ayúdame a aplicar tus enseñanzas en mi vida para que pueda ser ese faro de luz que atraiga a otros hacia ti. Amén.
Avanza con determinación,
llevando la alegría del Señor en tu corazón,
caminando con valentía por los caminos de Dios,
y compartiendo la luz con todos los que encuentres.