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¿Qué llevas en la mochila? ¿Qué llevas? A veces cargamos con cosas que no nos corresponde llevar. En esos momentos, deja esas cosas a un lado. Hoy, elige llevar la justicia, la bondad y la humildad.
Déjame oír lo que dice el Señor Dios, porque habla de paz a su pueblo y a sus fieles. No permitas que vuelvan a caminos insensatos. La salvación de Dios está muy cerca de quienes le honran para que su gloria viva en nuestra tierra. El amor fiel y la verdad se han encontrado; la justicia y la paz se han besado. La verdad brota de la tierra la justicia mira desde el cielo. Sí, el Señor da lo que es bueno, y nuestra tierra da sus frutos. La justicia camina delante de Dios, haciendo un camino para sus pasos.
Salmo 85:8-13
¿Has oído que Dios nos llama a la Liga de la Justicia? Vale, quizá la llamada de Dios a hacer justicia no sea tan glamurosa. Cuando el Salmo 85 habla de salvación y paz, la palabra hebrea es shalom. Significa integridad y bienestar, justicia para todas las personas y toda la creación. Existe una expresión fundamental en la tradición judía según la cual todos los judíos son responsables los unos de los otros. Me encanta esta idea, por difícil que sea. Creo que llega a la idea de justicia. Somos responsables los unos de los otros, nos cuidamos, nos acompañamos en el camino. Si nos sentimos responsables de las personas que nos rodean, no las trataremos con grosería o mal. Si nos responsabilizamos de los demás, trabajaremos para que se satisfagan sus necesidades. Ser responsables de los demás no significa que intentemos controlarlos. Significa que nos acompañamos mutuamente: caminamos juntos, nos preocupamos por las necesidades que nos rodean. Preocupándonos por las necesidades y trabajando para satisfacerlas es como hacemos justicia.
Laura Edgar
Pregunta para reflexionar: ¿Qué significa para ti responsabilizarte de los demás?
Dios, gracias porque sueñas con la integridad y la justicia para todos. Ayúdame a unirme a tu sueño responsabilizándome de los demás y preocupándome por sus necesidades. Amén.
Haz justicia: presta atención a las necesidades que te rodean. Ama la bondad: actúa de formas grandes y pequeñas para ayudar a los demás. Camina con humildad: confía en el amor de Dios por ti, y recuerda el amor de Dios por todos.