Tiempo Ordinario
¿Qué tienes hoy en la cabeza?
¿Qué hay hoy en tu corazón?
Descansa un momento, abre tu mente y tu corazón, confiando en que Dios se preocupa y te guiará.
Jesús dio a la gente órdenes estrictas de no contárselo a nadie.
Pero cuanto más intentaba silenciarlos, con más entusiasmo compartían la noticia. La gente se maravillaba y decía: “¡Lo hace todo bien! Incluso hace oír a los sordos y da el habla a los que no pueden hablar”.
Marcos 7:36-37
En el evangelio de Marcos, Jesús acaba de dar de comer a cinco mil personas, de caminar sobre las aguas y de curar a la hija de un forastero.
¡Eso es mucha gracia maravillosa!
Es tan transformadora en medio de la realidad de la vida cotidiana que, al parecer, la gente no puede permanecer callada.
Así que, sobrecogidos por el asombro, empiezan a difundir la buena nueva.
Mientras escribía este devocional en un parque, se me acercaron jóvenes misioneros ansiosos de una tradición cristiana diferente que querían convertirme a su tradición.
No es así como vivo mi fe en acción, ¡pero nos reímos juntos cuando descubrieron que soy pastor presbiteriano!
Cuando les pregunté cómo podía rezar por ellos, simplemente pidieron que otros conocieran el amor de Cristo.
Yo también espero que todos puedan conocer el amor y la gracia de Dios.
La fe en acción debe ser única para cada uno de nosotros.
Pero juntos podemos arraigar cualquier acción que cada uno de nosotros pueda emprender en una genuina maravilla compartida de la gracia de Dios: un amor tan transformador para dar testimonio de que no podemos permanecer callados.
Molly Logan
Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedes responder a las alegrías profundas o a los retos de tu día de forma que seas genuino contigo mismo y amable con los demás?
Dios amoroso, guíame para que me esfuerce al máximo por compartir y ser tu amor de formas que me resulten transformadoramente graciosas y auténticas. Sé que tal vez no lo haga a la perfección, pero guíame para actuar y tratar a los demás con la maravilla de tu gracia.
Concretamente, ayúdame a tratar … con gracia hoy. Amén.
¡Que la compasión y el amor fiel de Dios guíen hoy todas nuestras acciones!