escucha

El Señor es un lugar seguro para los oprimidos-
un lugar seguro en tiempos difíciles.
Los que conocen tu nombre confían en ti

porque no has abandonado

a los que te buscan, Señor.

Salmo 9:9-10

piensa

¿Tienes una comida reconfortante, algo que te guste para acurrucarte en el sofá y comer cuando tienes un día duro? ¿O qué me dices de una película favorita que pudieras ver cientos de veces y que cada vez te devolviera a tu lugar seguro y tranquilo? En mi caso, si realmente necesito sentirme tranquila y segura, me siento y escucho música. Las melodías y las palabras tienen una forma de alargar mi respiración y traer paz a mi cuerpo.

Sin embargo, hay días en los que ningún alimento reconfortante, ninguna película, ni siquiera un abrazo de tu mejor amigo, te proporcionará el alivio que necesitas. La vida puede ser dura. Más que cualquier sopa de pollo con fideos o comedia romántica, tenemos este don supremo del consuelo, saber que el Dios del universo está siempre con nosotros . Puede que la tormenta no desaparezca hoy, pero no tenemos por qué estar solos en ella. Con Dios como lugar seguro, podemos relajarnos y flotar.

Sara Hunt-Felke

Pregunta para reflexionar:

¿Cómo puedes conectar con la presencia de Dios cuando necesitas encontrar un lugar seguro?

Ora

Dios de todo consuelo y paz, sé para mí un lugar seguro en medio de las pruebas.

Y mientras aprendo a flotar en tu presencia, haz de mí un instrumento de tu paz en el mundo.

Amén.

Ve

Cuando la paz como un río acompaña mi camino;

cuando las penas ruedan como olas de mar;

Cualquiera que sea mi suerte, Tú me has enseñado a decir,

“Bien está, bien está mi alma”.

Horatio G. Spafford, “Bien está mi alma”