Tiempo Ordinario
La alabanza, el propósito y la presencia son los elementos básicos para encontrar un hogar en Dios.
¿Por qué hay que alabar a Dios hoy?
¿Cuál es una forma de vivir el propósito de Dios para ti?
¿Dónde es más clara para ti la presencia de Dios?
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación.
Salmo 67:1-2
Los salmos son conocidos como el libro de oraciones del antiguo Israel. Son las palabras y los cantos a los que recurría el pueblo año tras año para expresar sus sentimientos y deseos y responder a la acción de Dios. Aquí el salmista pide que Dios vuelva su rostro hacia ellos, que la gracia y las bendiciones que reciben sean una indicación del camino de Dios.
Dios, escribe el salmista, puede salvarnos más plenamente de lo que podría hacerlo cualquier nación. Sin embargo, esta conexión entre las bendiciones y la gracia y el poder salvador de Dios puede ser a veces un terreno resbaladizo. La riqueza material no es un indicador de la bendición de Dios, como tampoco lo es ser la nación más fuerte. En cambio, modelar la generosidad que Dios nos muestra siendo generosos con los demás es una forma de mostrar el poder salvador de Dios y de demostrar que todos tienen un hogar en Dios.
Kirstin Swanson
Pregunta para reflexionar:
¿Qué bendiciones me ha dado Dios, que pueda compartir como prueba de los poderosos actos de Dios?
Dios de bendición generosa, te ruego que mi vida imite tu abundante provisión, para que pueda mostrar el poder de confiar en tu provisión. Amén.
Sea lo que sea lo que encuentres hoy, recuerda que tu hogar está siempre en Dios.