Back to School
En nuevos comienzos y nuevos caminos,
Dios está presente.
Presente en tus alegrías.
Presente en tu llanto.
Da siete pasos al frente y piensa en lo que Dios haría y diría en este momento de tu vida.
La soledad y el estrés pueden inundar tu alma,
pero Dios enjugará tus lágrimas.
Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames.
Lucas 6:27-30
En muchas películas, alguien es agraviado y luego regresa para vengarse de las personas que lo han perjudicado. He notado que, al final de la película, el número de personas eliminadas por el “héroe de la película” es mucho mayor que el número de personas que sufrieron al principio. Al reflexionar sobre las palabras de Jesús en nuestras escrituras, me pregunto cómo interpretar su mensaje frente al llamado a ser “fuertes,” “valientes,” o “heroicos” que parece estar en nuestras sociedades. ¿Podría ser que algunas personas piensen que Jesús es débil cuando leen que debemos amar a nuestros enemigos o que debemos ofrecer la otra mejilla cuando somos golpeados?
La Dra. Lydia Hernández Marcial comenta que Jesús propone un mundo al revés con sus palabras. Mientras el mundo propone ojo por ojo y diente por diente, Jesús propone amor y perdón. Mientras el mundo busca venganza, Jesús propone paz y reconciliación.
Rev. Marissa Galván Del Valle
Pregunta para reflexión: ¿Cómo puedo actuar con amor, perdón y reconciliación en las situaciones difíciles y de conflicto en mi vida, en lugar de actuar con violencia o con deseos de venganza?
Dios de perdón, amor y reconciliación, Jesús nos habla de un mundo al revés en donde la violencia y el abuso son enfrentados con la paz y el amor. Quiero ser como Jesús. Ayúdame a encontrar maneras de hacer frente a la injusticia, levantando mi voz en protesta y actuando hacia otras personas con amor y generosidad. Amén.
Regresa siempre a tu punto de origen: Dios. Inhala contando hasta cuatro. Mantén ese aire dentro de tu ser por cuatro segundos. Exhala contando hasta cuatro. Cada vez que respires, recuerda que Dios está en cada aliento. Dios está en cada salida y entrada.