Tiempo Ordinario

pausa

«No permitas que los caminos de este mundo te moldeen y te den forma. Al contrario, deja que El Creador te cambia de dentro a fuera, del mismo modo que una oruga se convierte en mariposa.«

Romanos 12:2a, Versión de las Primeras Naciones

escucha

Unos ocho días después de esta conversación, Jesús subió a un cerro a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan. Mientras oraba, el aspecto de su cara cambió, y su ropa se volvió muy blanca y brillante; y aparecieron dos hombres conversando con él. Eran Moisés y Elías, que estaban rodeados de un resplandor glorioso y hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén. Aunque Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.

Lucas 9:28-32

piensa

Hace unos años, estaba de excursión con mi mujer en los Montes Apalaches, en Carolina del Norte. Era un día nublado y brumoso en la cima de la montaña, pero aún así podíamos disfrutar de las vistas de la creación de Dios. En la cima, vimos a un excursionista que estaba recorriendo el Sendero de los Apalaches. Cuando estaba cerca de nosotros, las nubes se separaron y dejaron ver un hermoso arco iris en el cielo. Todos nos sentimos conmovidos por este glorioso espectáculo y el excursionista lloraba de alegría.

No es de extrañar que Dios se encuentre a menudo con la gente en la montaña.

Dios se encontró con Moisés en una montaña. Dios se encuentra con Jesús y un pequeño grupo de sus discípulos en una montaña. Esto se debe probablemente a que no acabas en la cima de una montaña por accidente. Tienes que prepararte. Tienes que planearlo. Tienes que ir de excursión. Hacer algo intencionado puede abrirnos a un encuentro inesperado con Dios, un encuentro que nos cambia y permanece con nosotros cuando al final bajamos de la montaña.

Kyle Caudle

Pregunta para reflexionar:

¿Qué pasos estoy dando para prepararme para un encuentro con Dios?

Ora

Dios, como saliste al encuentro de Jesús y de sus discípulos en la montaña, sal a mi encuentro en este momento de oración. En mi ir y venir de hoy, sorpréndeme con tu gracia. Amén.

Ve

Vayas donde vayas, Dios sigue estando presente.

Mires donde mires, la luz de Dios sigue brillando.

Dondequiera que escuches, Dios sigue hablando también allí,

Invitándote a cambiar desde dentro hacia fuera,

Demostrándote que estás hecho para brillar.