Tiempo Ordinario
Ahora damos gracias todos a nuestro Dios, con el corazón, las manos y las voces. Quien cosas maravillosas ha hecho, en quien el mundo se regocija.
Martin Rinkart, “Ahora Gracias a Todos Nuestro Dios”
Cuando el Señor cambió las circunstancias de Sión para mejor, fue como si hubiéramos estado soñando. Nuestras bocas se llenaron de risa de repente; nuestras lenguas se llenaron de gritos de alegría. Incluso se dijo, en aquel momento, entre las naciones, “¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!”. Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y estamos encantados.
Salmo 126:1-3
Puede que la risa sea mi sonido favorito. Tengo dos hijos y cuando empiezan a reír y a compartir su alegría por un chiste tonto, un programa divertido o algo que se les acaba de ocurrir, me invade un profundo gozo en el alma. No solemos hablar de ello, pero la risa y la alegría son una forma increíble de expresar el agradecimiento. Cuando nos reímos de un buen chiste que cuenta un amigo o de una historia divertida que comparte alguien, estamos expresando nuestra gratitud y agradecimiento por ellos en ese momento. Cuando leemos este salmo, vemos que el pueblo de Dios utiliza la risa y la alegría como forma de alabar a Dios. A pesar de todas las dificultades y momentos duros por los que han pasado, cuando se dan cuenta de que Dios no les ha dejado ni abandonado, sus corazones se llenan de alegría. Ríen, sonríen y dan gracias a Dios.
Justin Sizemore
Pregunta para reflexionar: ¿Por qué estás alegremente agradecido hoy?
Dios de la risa y la alegría, ¡gracias por los dones de la risa y la alegría! Que los compartamos contigo y entre nosotros. Una cosa que me produce alegría hoy es…
Amén.
Da gracias por el pasado y sabe que Dios estuvo contigo.
Da gracias por el hoy y sabe que Dios está contigo ahora.
Da gracias por el mañana y sabe que Dios estará contigo todavía.