Tiempo Ordinario

pausa

«Oh alma, ¿estás cansada y atribulada?

¿No ves luz en la oscuridad?

Hay luz para mirar al Salvador,

Y la vida más abundante y libre».

“Vuelve tus ojos a Jesús”, estrofa 1

escucha

Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Todos los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gálatas 3:26-28

piensa

En el musical Oliver Twist, hay una canción llamada “Considérate”. Se presenta cuando Oliver, un huérfano, es acogido en un grupo de otros huérfanos. Invitan a Oliver a considerarse “parte del mobiliario”.

Esta canción siempre me ha hecho pensar en traer a otros a mi casa. Quiero que sepan que pertenecen a mi hogar. Quiero que sientan que siempre han sido bienvenidos y que, de algún modo, aunque nuevos, siempre han estado ahí, como mi cómodo sofá favorito.

Al seguir, o aprender a seguir, la llamada de Dios en nuestras vidas, todos somos instantáneamente “parte del mobiliario”. Se nos invita simultáneamente a sentirnos como en casa, y somos igualmente responsables de ayudar a los demás a sentirse también bienvenidos.

Cuando volvemos los ojos a Jesús, las cosas de este mundo se oscurecen. No importa si somos nuevos en la fe o si llevamos mucho tiempo siguiendo a Jesús. Ésas son “cosas de este mundo”. Lo que más importa es nuestra atención a Dios y nuestra voluntad de ayudar a los demás a conocer a nuestro siervo salvador.

Daniel Potter

Pregunta para reflexionar:

¿Cómo puedo ayudar a los demás a sentirse hoy como en casa en la familia de Dios?

Ora

Me has hecho sitio, Señor, desde antes incluso de que empezara a conocerte. Siempre me he sentido a gusto en tu amor. Concédeme oportunidades para ayudar a otros a sentirse hoy de la misma manera. Una forma en que puedo ayudar a los demás a sentirse en casa es…

Amén.

Ve

«Vuelve tus ojos a Jesús,

Mira de lleno Su maravilloso rostro,

Y las cosas de la tierra se oscurecerán extrañamente,

A la luz de su gloria y de su gracia».

“Vuelve tus ojos a Jesús”, estribillo