escucha

Son también advertencias a este siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas. ¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así seré una persona sin tacha; estaré libre de gran pecado.

Salmos 19:11-13

piensa

Realmente es bueno cuando ponemos en práctica los decretos de Dios y como consecuencia, hacemos la obra que agrada a Dios.  Pero, ¿qué pasa cuando el orgullo domina nuestra habilidad de que nuestros trabajos sean buenos?  Cuando somos jóvenes, si soy sincero cuando somos adultos también, el hecho de que nos aplaudan y celebren por hacer algo bueno, puede ser la única motivación que tengamos para cumplir con las reglas de Dios.

Recibir elogios y aplausos cuando hacemos algo bueno, no es malo; sin embargo, nuestra meta con hacer un buen trabajo no debe ser que nos celebren.  Imagínense si la razón por la cual Jesús muere en la cruz haya sido para que lo adoren solamente y no el perdón de nuestros pecados.  Eso cambiaría el evento que nos une a todos como cristianos y cristianas. Puede ser fácil dejarnos llevar por nuestro orgullo, pero si dejamos nuestro orgullo a un lado y nuestro norte es hacer la voluntad de Dios y velar por los necesitados, nuestros trabajo estará libre de pecado.

Rev. William Muñiz

Pregunta para reflexión: ¿Cuantas veces el orgullo ha sido impedimento para que cumplas los decretos de el Señor?

Ora

Dios, permite que yo pueda despojarme de todo orgullo que nubla mis intenciones de seguir tus decretos.  Que el orgullo no sea mi norte para cumplir con tus reglas y expectativas.  Renueva mi corazón para que lo que brote de el sea de tu agrado Señor.  Amén.

Ve

El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Que los ojos de su favor sean puestos en ti y hagas el trabajo que Dios ha puesto en ti.