escucha

Dos hombres, el uno llamado Eldad y el otro Medad, habían sido escogidos entre los setenta, pero no fueron a la tienda sino que se quedaron en el campamento. Sin embargo, también sobre ellos reposó el espíritu, y comenzaron a hablar como profetas en el campamento. Entonces un muchacho fue corriendo a decirle a Moisés: ¡Eldad y Medad están hablando como profetas en el campamento! Entonces Josué, hijo de Nun, que desde joven era ayudante de Moisés, dijo: ¡Señor mío, Moisés, prohíbeles que lo hagan! Pero Moisés le contestó: ¿Ya estás celoso por mí? ¡Ojalá el Señor le diera su espíritu a todo su pueblo, y todos fueran profetas!

Números 11:26-29

piensa

¿En algún momento haz pensado que tienes talentos y dones para ofrecerle a la iglesia y sientes que la misma iglesia te impide usarlos o desarrollarlos?  Recuerdo que desde que era joven yo me preguntaba si yo tenía un lugar en la iglesia que amaba.  Siempre que los jóvenes discutiamos con nuestros líderes formas en las que podíamos formar parte de la adoración, sea tocando música con la que nos identificáramos o pidiendo un domingo al mes que sea enfocado en la juventud, me sentía como Eldad o Medad.

¿Cómo pueden hacer el buen trabajo, si la misma iglesia en ocaciones se lo impide?  Gracias a Dios que no solo dependemos de un templo para que el poder del Espíritu Santo se manifieste.  De la misma forma que Dios llamó a Samuel y lo usó, asi mismo el Señor te llama y te usa.  Dios nos llama para que con nuestros talentos y dones transformemos la iglesia y el mundo.  No tengan en poco el talento que Dios les ha dado.

Rev. William Muñiz

Pregunta para reflexión: ¿Has sentido que Dios te llama a compartir tus dones y talentos con tu comunidad de fe y no te atreves a expresarlo? ¿Porqué?

Ora

Dios, dame el valor para usar los dones y talentos que me has dado.  Permite que los dones que me has dado sean usado para que el buen trabajo sea hecho con tu pueblo.  Amén.

Ve

El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Que los ojos de su favor sean puestos en ti y hagas el trabajo que Dios ha puesto en ti.