Tiempo Ordinario
¿Deseas sumergirte en la profundidad de Su presencia?
Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Jesús entonces le contestó: Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva.” Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos?
El maestro de la ley contestó: El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Pues ve y haz tú lo mismo.
Lucas 10:29-37
Como mencioné en el primer día de estos devocionales, a mí me gustan los deportes. Me he dado cuenta que muchas veces es más fácil criticar y señalar a los jugadores o decisiones que toman los dirigentes desde las gradas o viendo el juego por televisión, que estar involucrado en la acción real. No es lo mismo desde afuera que desde adentro. De la misma forma, me he dado cuenta que es muy fácil predicar y decir cosas que leo en la Biblia. Pero qué difícil es vivirlas y aplicarlas. Cuando se trata de amar a nuestro prójimo, usualmente queremos que nuestro prójimo nos caiga bien o sea como yo. Nuestra fe no se puede vivir de una manera superficial. Debemos buscar la manera de vivir lo que leemos para hacer de nuestro mundo uno mejor. Hoy me pregunto, ¿qué clase de prójimo soy? ¿Estoy siendo misericordioso?, y si lo soy, ¿cómo estoy demostrando mi misericordia?
Rev. Jesús García
Pregunta para reflexionar
¿Cómo estás demostrando que eres misericordioso?
Dios, ayúdame a mostrar misericordia con quien sufre. Enséñame a entender que el centro no soy yo, que debo amar a todas las personas como tú los amas. Mantén mis ojos y oídos abiertos para hacer tu voluntad. Amén.
Sumérgete en Su presencia. Sumérgete en Su Palabra. Sumérgete en Su misión.