escucha

No te ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí.

Juan 17:20-23 

piensa

Que hermoso saber que Jesús ya estaba orando por nosotros antes de que existiéramos en este mundo. Si estas leyendo este mensaje debes saber que eres una oración contestada de él. Jesús deseaba que al igual que sus discípulos aquellos a quienes se le predicara la palabra se mantuvieran unidos. La unidad del cuerpo de Cristo representa un asunto esencial para llevar a cabo su obra en esta tierra. Incluso Jesús no envió solos a sus discípulos, sino que los envío de dos en dos, así que esto nos enseña que la proclamación del evangelio se debe dar unidos los unos a los otros. Nos invita el Señor a preocuparnos y a ocuparnos por el prójimo. Cuando Jesús oro a Dios no presento solo a los 12 sino que oró por ti y por todos lo que creerían en él. Así debe ser nuestra oración, ora por aquellos que aun no le conocen y creer que algún día conocerán la verdad que los hace libre.

Jocelyn Rodríguez Vázquez

Pregunta para reflexión: ¿A qué te está enviando Dios hoy?

Ora

Señor, deseo presentarte a mi familia, que así como yo he creído en ti ellos también te conozcan y te crean. Que tu palabra pueda seguir expandiéndose aquellos que aun no la han escuchado. Amén. 

Ve

Atrévete a testificar las grandes cosas que Dios ha hecho en ti. Cada día es una nueva oportunidad para ver la gloria de Dios manifestada en cada detalle de tu vida. ¡Eres una obra perfecta en sus manos!