Tiempo Ordinario

pausa

El tiempo, es algo que no tiene vuelta atrás, se pierden oportunidades y experiencias que una vez pasan jamás volverán.  Por eso es necesario evaluar si estás aprovechando al máximo cada momento que Dios te permite tener. ¡Detente y ve si todo aquello que Diosl ha preparado para ti lo estas disfrutando al máximo y si lo que haces te lleva a ser testigo de su gloria!

escucha

Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y éstos también saben que tú me enviaste. Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.

Juan 17:24-26

piensa

De Jesús aprendemos tantas cosas, pero precisamente en estos versículos nos enseña a compartir. No existe el egoísmo en Jesús, lo que el Padre le ha dado él desea compartirlo con toda la humanidad. Muy bien Jesús pudo haber tomado otra decisión, pero optó por bendecirnos; su deseo es que siempre estemos en él y con él. El plan de Dios desde un principio es el bien para la humanidad; tal fue así que envió a su Hijo para morir por nosotros y que fuéramos testigos de todo aquello que preparó para que anduviésemos en él. Dios no desea que te pierdas de ninguno de sus detalles, sino que tus ojos puedan ver su obrar manifestado y puedas sentir su amor derramado sobre tu vida. Jesús también nos enseña que compartir es una expresión activa del amor de Dios. Compartimos no solo bienes, sino también fe, esperanza, tiempo y compasión, siendo reflejo de su generosidad. ¡Abre tus ojos a lo que Dios está haciendo!

Jocelyn Rodríguez Vázquez

Pregunta para reflexionar: ¿De qué manera puedes reflejar hoy el amor generoso de Jesús compartiendo con alguien más lo que Dios ha puesto en tus manos?

Ora

Dios amado, gracias por enviar a tu hijo para perdón de mis pecados. Gracias por no abandonar la obra de tus manos, sino que continúas dándome forma para cumplir tu propósito. Ayúdame a mantener mi mirada enfocada en ti y seguir siendo testigo del obrar tuyo en mi vida. En el nombre de Jesús, amén. 

Ve

Atrévete a testificar las grandes cosas que Dios ha hecho en ti. Cada día es una nueva oportunidad para ver la gloria de Dios manifestada en cada detalle de tu vida. ¡Eres una obra perfecta en sus manos!