escucha

En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. Y después añade: «Aquí vengo para hacer tu voluntad.» Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.

Hebreos 10:8-10

piensa

Hace poco vino una amiga a ayudarme a organizar mi cocina. Mi sistema no funcionaba, pero era lo único que sabía hacer. Necesitaba que viniera alguien que pudiera sustituir mi sistema inadecuado por otro que funcionara. Esto es algo que Jesús hizo por nosotros. La ley exigía determinados sacrificios y holocaustos, pero este sistema que construimos no complacía a Dios ni podía hacernos santos. Señalaba a la gente hacia Dios, pero en última instancia era incapaz de lograr lo que se necesitaba. El segundo sistema se establece mediante Jesús y su perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Ninguno de nosotros podrá nunca seguir perfectamente la voluntad de Dios para nuestra vida. Pero a veces buscamos el camino más fácil hacia la obediencia. Intentamos encontrar una cantidad mínima de tiempo o recursos para dedicar a Dios que no interfiera con alguna otra parte de nuestra vida «real». Este tipo de concesiones son el viejo sistema, una forma legalista de ver a Dios y la fe. Éste es el sistema que la vida, la muerte y la resurrección de Jesús sustituyeron.

Jennifer Hawks

Pregunta para reflexionar:

¿Cómo sería en tu vida rendirte plenamente a la voluntad de Dios?

Ora

Dios, los sistemas están a mi alrededor. Muéstrame qué sistemas necesito desafiar como parte del cumplimiento de tu voluntad. Ayúdame a construir sistemas que traigan justicia, sanación y restauración. Amén.

Ve

Dios ve tu valía aunque el mundo no pueda. Cada día, Dios te elige. Que la fuerza y la misericordia de Dios brillen hoy a través de ti para que puedas compartir el amor de Dios con los que te rodean.